Y llegó Octubre,
y con él,
la indiferencia y el recuerdo
de todo lo que un día fuimos.
Me hubiese gustado
que hubieras venido a verme,
y que hubieses visto Madrid
desde mi ventana.
Que hubieses pasado
las tardes de invierno
paseando por callejones
y mimándote conmigo.
pero no.
por que los cuentos de hadas
no son para mí,
son para otras.
por que;
si me saliese bien
una misera jugada
no sería yo.
porque, si todo esto
fuese tan fácil
como dicen que parece
no seríamos
nosotros.
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