martes, 10 de noviembre de 2015

A ti, al que siempre quise
al que nunca deje de buscar;
por el que buceé en los mares más profundos
y exploré en las selvas más malditas;
recorrí millas y millas hasta hallar
una pizca de tu existencia,
pero
nada
hubo.

Froté mil y una lámparas mágicas,
convencida de hallar
a ese genio azul,
que me conceda tres deseos;
aunque yo solo quiero uno...tú.

Tiré miles de monedas
de todos los valores, tamaños y colores
pero ninguna sonó,
como la lluvia que caía sobre Madrid
cuando estábamos juntos.

Y volé sobre tus fantasías
acompañado de la alfombra mágica,
pero nada de esto dio resultado,
porque cuando no te quise,
bien que fuiste apartado
y ahora que yo te busco,
el que no me quieres eres tú;
amor, amante y amado.




domingo, 8 de noviembre de 2015

Reflexión 14:01

También tu desastre fue bonito,
certero y fugaz,
como el cielo un 12 de Agosto.
También las perdices volaron,
y nunca logramos comérnoslas;
pero ya que más nos da.

Hace tiempo que comprendí,
que sus principios son distintos,
pero que acaban de la misma forma:
conociéndose a sí mismo.

Y que, por mucho que se queje,
por mucho que intente decir
que se siente solo, no puede
porque está más acompañado que nunca.

Mi presencia contigo,
se queda aquí, ya que
has echado a volar con las perdices
y yo no he sido capaz
de seguirte el rollo.